domingo, 28 de septiembre de 2014

Autorretrato lingüístico

Yo, nací en Santander un 23 de julio. Empecé a hablar con poco menos de dos años como casi todo el mundo. Vivo con mis padres y mi hermana y ellos me enseñaron a hablar. Mis padres estudiaron francés en el instituto y mi madre luego estudió portugués pero a mi hermana y a mí solamente nos han hablado en castellano.
Desde pequeña, por mi familia, he oído santanderino, obviamente. También euskera, murciano, levantino, andaluz, castellano manchego… por lo que no me llamaba la atención escuchar a la gente hablando diferente que en Santander.
Cuando empecé el colegio tenía tres años, empezamos a dar clases de inglés y al llegar a casa mi hermana me explicaba que era muy fácil, que “teléfono” se decía “télefon” y que “elefante” era “élefan”, así empecé con el inglés que mis padres tenían mucho empeño en que aprendiéramos porque creen que es algo muy importante y que a mucha gente bilingüe de mi familia les ha ayudado. A los siete años me apuntaron a una academia donde jugábamos a cosas en inglés y era divertido. En quinto de primaria empezábamos con francés en el colegio, me gustó mucho empezar y nuestro profesor era muy simpático.
Con un poco de inglés y otro poco de francés he entendido a la gente cuando he ido de viaje al extranjero. Hace dos veranos estuve en un programa de inmersión en una familia de Estados Unidos y me gustó mucho y aprendí muchas cosas.

 Para cuando sea mayor me gustaría poder hablar perfectamente en inglés y francés.

1 comentario:

  1. Un autorretrato lingüístico muy interesante, Mar, pero, honestamente, recordando además trabajos muy buenos realizados por ti en el pasado, esperaba algo menos superficial. Te explico qué quiero decir con superficial con un ejemplo: ¿has experimentado una inmersión lingüística en inglés, con una familia estadounidense, y no tienes ninguna anécdota curiosa, ningún "chisme" lingüístico, que compartir? No lo creo. Lo que sí creo es que tu autorretrato podría ser mejorable. Está bien, correcto, adecuado, pero insisto en que, en tu caso, siempre espero mucho porque sé que eres capaz de dar más, y a cada uno le pido o le exijo lo que es capaz de darme.

    En cuanto a la expresión escrita, hay varias cosas que conviene corregir o matizar. En líneas generales está bien, pero hay algunos deslices que conviene que evites en el futuro:

    -De entrada, tu texto arranca con un "Yo, nací en Santander un 23 de julio". ¡Hala! Hala por la coma. ¿Por qué? Porque nunca se separa el sujeto del predicado con ese signo. Sería "yo nací...". En 1º de la ESO siempre les explico que el sujeto y el predicado son un matrimonio ejemplar, que nunca se divorcia ni se pelea ni nada, y por eso no hay que ponerles obstáculos, no hay que ponerles comas, trabas, en el camino. Cuidado.

    -Al final del primer párrafo creo que deberías reconsiderar algunas comas. Observa: "Desde pequeña, por mi familia, he oído santanderino (LO DE "OÍR SANTANDERINO" ME SUENA EXTRAÑO, PERO LO TOLERO), obviamente. También euskera, murciano, levantino, andaluz, castellano (¿Y LA COMA?) manchego… (SI AQUÍ VAS A MANTENER EL ENUNCIADO, ES DECIR, NO SE ENTIENDEN LOS PUNTOS SUSPENSIVOS COMO UN PUNTO Y SEGUIDO, Y MAYÚSCULA, SINO QUE SIGUE LA IDEA EN EL MISMO ENUNCIADO, ENTONCES -INSISTO- DEBES PONER COMA) por lo que no me llamaba la atención escuchar a la gente hablando diferente que en Santander."

    -La puntuación, no obstante, es bastante acertada: utilizas siempre puntos y seguidos para indicar el fin y el principio de enunciados diferentes, pero en el segundo párrafo hay un momento en que pierdes esa constancia. Observa:

    "Cuando empecé el colegio tenía tres años, (AQUÍ PUNTO Y SEGUIDO Y MAYÚSCULA) empezamos a dar clases de inglés y al llegar a casa mi hermana me explicaba que era muy fácil, que “teléfono” se decía “télefon” y que “elefante” era “élefan”, (AQUÍ PUNTO Y SEGUIDO Y MAYÚSCULA) así empecé con el inglés (YO AQUÍ HABRÍA DICHO "CON EL INGLÉS, IDIOMA QUE...") que mis padres tenían mucho empeño en que aprendiéramos porque creen que es algo muy importante y que a mucha gente bilingüe de mi familia les ha ayudado."

    La puntuación la corregimos releyéndonos en voz alta, Mar. Es la mejor forma. Entonces observamos dónde van las pausas, cuáles son mayores, cuáles son menores, cuáles indican el fin de una idea, etc. Acostúmbrate a hacerlo para no cometer deslices con los signos de puntuación.

    No obstante, bien, insisto, pero de ti espero grandes cosas. Dame portentos.

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